Sao Paulo (Brasil), 12 de enero de 2015
El pasado 11 de enero se clausuró la antológica dedicada a Dalí en Brasil, donde recibió, en total, un millón y medio de visitantes.
La primera itinerancia de esta retrospectiva se celebró en Rio de Janeiro de mayo hasta septiembre y tuvo una afluencia total de 978.171 visitantes. La segunda fue Sao Paulo, de octubre a diciembre, y se cerró con 530.000 visitantes.
Ha sido la mayor exposición de obra del artista que se haya llevado a cabo en Latinoamérica. Constaba de un recorrido por obras de todas las épocas, e incidía especialmente en el período surrealista. La organizaron la Fundación Dalí, el Museo Reina Sofía de Madrid, el Salvador Dalí Museum de San Petersburgo, Florida (SDM) y el Instituto Tomie Ohtake, de Brasil.
Contenía un total de 220 piezas: 164 obras de arte y 56 documentos. Se vio en el Centro Cultural Banco do Brasil de Rio de Janeiro del 29 de mayo hasta el 22 de septiembre de 2014 y se trasladó parcialmente al Instituto Tomie Ohtake de Sao Paulo, donde pudo verse desde el 17 de octubre, hasta el 11 de enero de 2015.
El gran entente entre las instituciones organizadoras propició en el pasado más reciente las exposiciones en el Centro Pompidou y en el Museo Reina Sofía y favoreció la realización de esta importante retrospectiva en Brasil que contaba con grandes obras del maestro ampurdanés. De este modo, la Fundación Dalí cumple unos de sus objetivos fundacionales que son el de promocionar, divulgar y prestigiar tanto en el territorio del estado español como el extranjero la obra artística e intelectual del pintor.
Con esta premisa en mente, los equipos técnicos de las tres mayores colecciones de obra de Salvador Dalí diseñaron una exposición que realizaba una mirada exhaustiva por la producción daliniana desde los años 20 hasta sus últimas telas. Proponía al visitante la oportunidad de apreciar la evolución, no tan sólo técnica, sino también de sus influencias, recursos temáticos, referentes ideológicos y simbolismo. Ofrecía, en definitiva, la contemplación del original universo del artista.
De esta manera pudieron verse obras de la época de formación del pintor como Retrato del padre y casa de Es Llaner, c. 1920 (FGSD), Autorretrato cubista, 1923 (Museo Reina Sofía), El retrato de mi hermana, 1925 (Museo Reina Sofía), Idilio atómico y uránico melancólico, 1945 (Museo Reina Sofía), A propósito del "Discurso sobre la forma cúbica de Juan de Herrera", 1960 (Museo Reina Sofía), El pie de Gala (obra estereoscópica en dos elementos), c. 1975-76 (FGSD) hasta Sin título. Según "La noche" de Miguel Ángel, 1982 (FGSD) o Contorsión topológica de una figura femenina convirtiéndose en violonchelo de 1983 (Museo Reina Sofía).
En esta visión retrospectiva, la época surrealista es la protagonista indiscutible. Se trata del momento de consagración del pintor, el que le ha dado fama universal y el que desarrolla su método paranoico-crítico de interpretación de la realidad. Por este motivo, las instituciones organizadoras quisimos resaltar especialmente esta etapa mostrando obras muy significativas de nuestras colecciones. Buen ejemplo son: Monumento imperial a la mujer-niña, 1929 (Museo Reina Sofía), El sentimiento de velocidad, 1931, El espectro del sex-appeal, c. 1934, o Paisaje pagano medio, 1937, estas tres últimas, de la Fundación Dalí.
También se proyectaron las dos películas realizadas con Luis Buñuel Un chien andalou (1929) y L'Âge d'or (1930), que supusieron para ambos autores la entrada al grupo surrealista como miembros de pleno derecho. Como complemento ideal a las actividades del pintor en este movimiento, presentamos los grabados que realizaron para ilustrar Les Chants de Maldoror. Este poema en prosa escrito por Isidore Ducasse conocido como Conde de Lautrémont, influyó mucho a los surrealistas, tanto por el tema como por el mundo onírico que describe, convirtiéndose así en uno de los autores de cabecera del movimiento.
Además de estos grabados, incluímos en la exposición otras incursiones en esta técnica que a veces no han sido suficientemente explicadas pero que nos ayudan a comprender los múltiples intereses del artista. Así encontraremos las ilustraciones para diferentes obras literarias universales como por ejemplo: Pages choisies de Don Quichotte de la Mancha de Miguel de Cervantes (1957), Le Château d'Otrante de Horace Walpole (1964), o Alice's adventures in Wonderland de Lewis Carroll (1969), ejemplares de la colección de la Fundació Dalí.
Esta importante retrospectiva incluía un gran número de piezas documentales que acompañaban las pinturas exhibidas. Los documentos, todos ellos provenientes del archivo del Centro de Estudios Dalinianos, reforzaban el diálogo que se establece entre las pinturas que se presentan y permiten, además, hacer un recorrido biográfico y a la vez artístico por la trayectoria del pintor. De estos documentos, destacamos dos libros de la biblioteca personal del artista en que además colaboró de forma activa realizando el frontispicio de ambos y son: L'Immaculée conception de André Breton y Paul Éluard de 1930 y Onan de Georges Hugnet de 1934. Se proyectaron películas como Le Chien andalou, 1929, L'age d'Or, 1930 y Spellbound, 1945 de Hichtcock cuyas secuencias del sueño fueron diseñadas por Salvador Dalí.
Con esta muestra, se proponía una mirada que ayudara a entender a Dalí en todas sus vertientes: la de pintor, dibujante, pensador, escritor, apasionado por la ciencia, catalizador de las corrientes de vanguardia, ilustrador, diseñador, cineasta, escenógrafo. También como inconformista, con una actuación personal capaz de percibir la importancia creciente de la cultura de masas y, evidentemente, como artista que experimenta en todos los ámbitos de la creación e, incluso, en aquellos más innovadores como son las instalaciones y las performances.
Este evento contó con la inestimable colaboración del Instituto Tomie Ohtake, el patrocinio de Arteris (filial de Abertis en Brasil), Banco do Brasil, IRB, MAPFRE, Telefónica y el apoyo de Atento, Brasilcap y Prosegur.