Figueres, 15 de noviembre, 1999
La última adquisición de la Fundación Gala-Salvador Dalí incluye las treinta y siete joyas de oro y piedras preciosas de la colección Owen Cheatham, dos joyas realizadas posteriormente, los veintisiete dibujos y pinturas sobre papel que Salvador Dalí realizó para diseñar las joyas y un objeto excepcional: una caja escénica con paneles de vidrio pintados por Dalí para su proyecto fílmico Babaouo. El conjunto forma una extensa colección de trabajos realizados por el artista entre los años 1932 y 1970.
La colección ha sido adquirida a una entidad japonesa por unos 900 millones de pesetas, y la negociación se cerró el pasado 28 de mayo durante un viaje a Toquio de una delegación de la Fundación Gala-Salvador Dalí, encabezada por su presidente Sr. Ramón Boixadós, que contó con el asesoramiento de dos expertos de la Asociación Española de Gemología. Durante los últimos meses, estos expertos han estado catalogando cada una de las piezas en colaboración con los técnicos del Departamento de Restauración y del Centro de Estudios Dalinianos de la Fundación, y actualmente se está trabajando en el proyecto museográfico para su futura exposición permanente en el Teatro-Museo Dalí.
Todas las piezas de la colección son ejemplares únicos, y la combinación de materiales, dimensiones y formas que utilizó Salvador Dalí la convierten en un conjunto irrepetible, donde el artista plasmó de forma única la riqueza de su iconografía. Oro, platino, piedras preciosas -diamantes, rubís, esmeraldas, zafiros, aguamarinas, topacios, etc.- perlas, corales y otros materiales nobles se combinan para dar forma a corazones, labios, ojos, formas vegetales y animales, símbolos religiosos, mitológicos y figuras antropomorfas. Además de concebir las formas de las joyas, Salvador Dalí también seleccionó personalmente cada uno de los materiales con que se tenían que realizar, y no sólo en función de los colores o de su valor, sino también por la significación y las connotaciones que tienen todas las piedras preciosas y los metales nobles. Algunas de las joyas que forman esta colección, como por ejemplo los Labios de rubís (1949), El ojo del tiempo(1949), El Corazón Real (1953) y El elefante del espacio (1961), entre otras, se han convertido en obras muy famosas y son consideradas tan excepcionales como algunas de sus pinturas.
Refiriéndose a estas joyas, Salvador Dalí afirmó: "Sin una audiencia, sin la presencia de espectadores, estas joyas no alcanzarían la función para la que fueron creadas. El espectador, por tanto, es el artista final. Su vista, su corazón, su mente -con una mayor o menor capacidad para entender la intención del creador- dan vida a las joyas".
La historia de estas joyas empezó en 1949. Las primeras veintidós fueron adquiridas por el millonario norteamericano Cummins Catherwood. Salvador Dalí realizaba los diseños de las piezas sobre papel, con toda clase de detalles y gran precisión de formas, materiales y colores, y la confección en Nueva York iba a cargo del orfebre de origen argentino Carlos Alemany. En 1958 fueron adquiridas por The Owen Cheatham Foundation, una prestigiosa fundación norteamericana creada el año 1934 que cedía la colección de joyas para que diversas entidades benéficas, educativas y culturales recogiesen fondos con la exposición y, finalmente, las depositó en el Richmond Museum of Fine Arts (Virginia). La colección de joyas ya fue expuesta en el Teatro-Museo Dalí de Figueres durante los meses de agosto y septiembre de 1973, un año antes de la inauguración del museo. En 1981 la colección fue adquirida por un multimillonario saudí y, posteriormente, por tres entidades japonesas, la última de las cuales es la que ha formalizado la venta a la Fundación Gala-Salvador Dalí.