Figueres, 26 de octubre de 2009
La Fundació Gala-Salvador Dalí ha presentado la última adquisición de obra del artista, un cartón pintado por ambas caras titulado Figura de espaldas (anverso) y Ninfas y señoritas en la fuente de un jardín (reverso), procedente de una colección particular y que desde el año 1925, con la excepción de la antológica del Año Dalí, no se había mostrado en público.
Los responsables de la presentación han sido Antoni Pitxot, director del Teatro-Museo Dalí, y Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos. La obra ya puede verse en la Sala de las Pescaderías del Teatro-Museo Dalí desde el 10 de noviembre.
Contexto de realización de la obra
Presentamos dos pinturas del joven Dalí que comparten el mismo soporte: un cartón pintado por ambos lados. En uno, una escena lúdica de gran lirismo. En el otro, un retrato de Anna Maria, la hermana del pintor. La primera obra realizada, desde el punto de vista cronológico, es Ninfas y señoritas en la fuente de un jardín. Este temple se inscribe dentro de la temática festiva de otras obras creadas hacia el año 1921. Ninfas y señoritas en la fuente de un jardín nos transporta a un entorno, de ecos idílicos, donde las ninfas toman un baño en una gran fuente, franqueada por dos hileras de árboles. El pintor capta un momento del baño ritual. En este temple, Dalí plasma su búsqueda por un simbolismo decadente. Las figuras femeninas que aparecen evocan una Arcadia clásica, y desprenden sensualidad, refinamiento y exquisitez en las formas, combinada con una riqueza cromática evocadora y muy delicada.
En esta mirada del pintor no podemos olvidar la obra de Ismael Smith, Marià Andreu o Néstor Martín-Fernández de la Torre, todos ellos artistas contemporáneos y amigos suyos, con quien tuvo relación, especialmente con este último, también amigo de Federico García Lorca.
Desconocemos las razones que impulsaron a Dalí a aprovechar la otra cara del cartón, pero no es la primera vez que lo hace. Tampoco no es la primera vez que Anna Maria le sirve de tema central. Los primeros retratos de su hermana están fechados en 1923 (Catálogo Razonado núm. 121 y 129). Este retrato, Figura de espaldas, podemos fecharlo en 1925, y podemos inscribirlo estéticamente en la corriente italianizante de “retorno al orden”. Seguramente el artista lo pintó durante los períodos vacacionales en que Anna Maria solía posar para él. La obra presenta bastantes semejanzas con Muchacha sentada conocida como Muchacha de espaldas, pintada el mismo año, y que pertenece a la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) de Madrid. Anna Maria aparece en estas dos obras vestida con la misma ropa, el cabello recogido de forma idéntica y sentada, aunque de espaldas al observador. En la pieza del MNCARS, Anna Maria está sentada en un sillón. La composición de la obra integra a la perfección la estructura arquitectónica y el paisaje, parecido al de otras obras de ambiente propio de Cadaqués, donde retrata a su hermana (Catálogo Razonado núm. 149). En la obra que presentamos hoy, sin embargo, Anna Maria se erige como imagen central y única. Está sentada en un taburete, envuelto por un trapo blanco. Su vestido, aún siendo el mismo que en la obra antes mencionada, posee en esta ocasión un tono distinto. El pintor centra su atención a las formas espirales perfectamente estructuradas de sus tirabuzones. El fondo oscuro resalta la silueta de la joven y acentúa los pliegues del drapeado. Podemos considerar este retrato como un preludio para el óleo del MNCARS, ya que existen multitud de elementos que así lo justifican: la pose de la modelo, la caída del vestido, la cola rizada y recogida, y la intimidad del ambiente cotidiano de la casa de Cadaqués.
Otros retratos de Anna Maria del mismo año son:
Retrato de mi hermana, Catálogo Razonado núm. 168
Retrato de mi hermana, Cat. R. núm. 166
Figura de perfil, Cat. R. núm. 147
Figura en una mesa, Cat. R. núm. 167
Figura en una ventana o Muchacha en la ventana, Cat. R. núm. 150