Salvador Dalí. Sueño de Venus

En junio de 1939 Salvador Dalí diseñó para la Exposición Universal de Nueva York un pabellón que fue construido por el arquitecto Ian Woodner. 

El edificio fue bautizado con el nombre de The dream of Venus (El sueño de Venus). El pabellón presentaba una espectacular fachada llena de protuberancias, que recordaba vagamente el edificio de la Pedrera de Antoni Gaudí. La puerta principal aparecía flanqueada por dos columnas que eran dos piernas de mujer con medias y zapatos de tacón. A través de las aberturas de la fachada irregular se podía contemplar una reproducción del San Juan Bautista de Leonardo y otra de El nacimiento de Venus de Boticcelli. En esta parte exterior del edificio también aparecen muletas, cactus, erizos, etc. En el interior del pabellón se ofrecía a los visitantes un espectáculo de ballet acuático dentro de dos grandes piscinas, con sirenas y otros elementos también diseñados por Dalí, algunos de ellos inspirados en la obra de Bracelli. Entre las ideas iniciales del pintor y el resultado final del proyecto se produjeron importantes modificaciones, que llevaron a Dalí a quejarse de las imposiciones de la organización en el panfleto titulado Declaration of the independence of imagination and rights of man to his own madness (Declaración de la independencia de la imaginación y el derecho del hombre a su propia locura).

La Exposición Universal de Nueva York constituyó un hito en la historia del diseño. Walter D. Teague asumió la supervisión general del proyecto, que contó con destacados colaboradores como Raymond Loewy, Russell Wright o Norman Bel Geddes. La exposición, que apostó por la arquitectura funcional, se considera uno de los momentos álgidos del "streamlined style" (estilo de líneas rectas) En este contexto, la casa surrealista de Salvador Dalí adquiere todavía más sentido. La intervención del pintor ha de entenderse como una clara voluntad de nadar a contracorriente: su diseño, lleno de formas blandas y redondeadas, las claras alusiones a la arquitectura como espacio intrauterino, las simbolizaciones de elementos que pueden relacionarse con lo primitivo y arcaico, las citas culturales clásicas, sólo pueden entenderse como un manifiesto estético esgrimido ante el estilo aséptico, aerodinámico y futurista propuesto por la Exposición.

En la exposición individual realizada en la Galeria Julien Levy de Nueva York, unas semanas antes de que se inaugurase el certamen (del 21 de marzo al 18 de abril), Dalí ya integraba este gran espectáculo en su trabajo. Lo hacía, también críticamente, al reproducir en la portada del catálogo la esfera y el obelisco ultramodernos que la Exposición había adoptado como símbolos, pero mezcl‡ndolos -en una especie de remolino o conglomerado visual- con diversas estructuras blandas, caballos al estilo de Leonardo, cabezas de medusa y formas arquitectónicas clásicas.
A pesar de los conflictos que se derivaron de la colaboración de Dalí con los organizadores de la Exposición, su participación se ha de valorar como un momento muy importante dentro del creciente acercamiento del pintor a la cultura de masas, así como a la necesidad de proyectar su ideario más allá del campo estricto de la cultura artística. En este sentido quizá no sería exagerado asegurar que El sueño de Venus fue una primera versión, sin duda con unas características y en un contexto própio, de aquel otro enorme objeto "habitable" y "visitable" que muchos años después sería el Teatro-Museo Dalí de Figueres.

La exposición Salvador Dalí. Sueño de Venus intenta recoger los aspectos antes mencionados, que podrían resumirse en tres subtemas: el pabellón de El sueño de Venus propiamente dicho; la exposición prácticamente paralela que Dalí realiza en la Galería Julien Levy, y la Exposición Universal de Nueva York. La muestra incluye:

1. Pabellón de El sueño de Venus
Este apartado incluye el d iseño para el pabellón realizado por Dalí (colección particular), un dibujo preparatorio de figuras (Fundación Woodner), un diseño de las letras (Fundación Gala-Salvador Dalí), 41 fotografías - casi todas ellas inéditas, sobre el pabellón y su proceso de construcción (Fundación Gala-Salvador Dalí), 10 fotografías de George Platt Lynes de las "sirenas" (Museum of Modern Art, NY), y cartas, contratos y otros documentos de Dalí en relación con la Exposición y los patrocinadores del proyecto.

2. Exposición en la Galería Julien Levy
Aquí se exponen 6 óleos que formaron parte de la exposición: El enigma de Hitler, El enigma sin fin (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid), La imagen desaparece, (Fundación Gala-Salvador Dalí), Playa encantada con tres Gracias fluidas, y Teléfono en bandeja con tres sardinas fritas a finales de septiembre (Salvador Dalí Museum, St. Petersburg, FL.). También se exponen diversos dibujos que también figuraron en la exposición o se relacionan con obras presentadas: estudios para La imagen desaparece y para El enigma sin fin (Fundación Gala-Salvador Dalí); diversos trabajos preparatorios para el catálogo relacionados con los símbolos de la Exposición; y el catálogo de la exposición y otros materiales documentales, pertenecientes a los archivos de la Fundación Gala-Salvador Dalí.

3. Exposición Universal de Nueva York
Este apartado incluye fotografías y material documental (pósters, postales, revistas, diarios, catálogos, objetos) sobre la Exposición, cedido por diferentes entidades norteamericanas.

La exposición ha sido comisariada por el Centro de Estudios Dalinianos de la Fundación Gala-Salvador Dalí, organizada por la Fundación Gala-Salvador Dalí y la Fundació "la Caixa", y ha contado con la colaboración, entre otros, de:

• The Museum of Modern Art. New York.
• The Salvador Dalí Museum. St. Petersburg, Floride.
• Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.
• Ian Woodner Family Collection. New York.
• The Edward James Foundation. Chichester.
• Queens Museum of Art. New York.
• Museum of the City of New York. New York.

The New York Public Library. New York.