Noticias. Segunda temporada de la exposición de Púbol

Púbol, 17 de junio de 2024

La Fundación Dalí y La Roca Village presentan la segunda temporada del proyecto expositivo El despertar del mito: Gala Dalí en el Castillo Gala Dalí de Púbol. Este segundo capítulo, que lleva por nombre "Colección de alta costura", puede verse hasta el 22 de septiembre, momento en el que se preparará para acoger la tercera temporada, con la "Colección otoño-invierno".

Esta segunda exposición quiere rendir homenaje a la alta costura a partir de las piezas más destacadas del archivo personal de Gala. La selección permite hacer un recorrido por los grandes nombres de la historia de la moda, desde Elsa Schiaparelli a Christian Dior, pasando por Jean Dessès y Cristóbal Balenciaga. Incluye también piezas sin etiqueta que nos recuerdan que la imagen de Gala va más allá de la marca: es el reflejo de una personalidad única y de un estil genuino, atento a las tendencias estilísticas designadas por París y al mismo tiempo fidel a sí misma.

Las comisarias son Bea Crespo, coordinadora del Centro de Estudios Dalinianos, y Noelia Collado, directora de Contenidos de La Roca Village, con la dirección artística de Montse Aguer, directora de los Museos Dalí. Algunos de los 8 vestidos que se presentan en esta segunda temporada han sido restaurados por Mari Luz Morata y Carme Masdeu, con la coordinación de Elisenda Aragonès, conservadora-restauradora de la Fundación Dalí.

El proyecto expositivo, fruto de la colaboración entre la Fundació Gala-Salvador Dalí y La Roca Village, se enmarca en una iniciativa más amplia que nace con la voluntad de redescubrir el legado de Gala y reinterpretarlo a través de las creaciones de talentos contemporáneos como son la pintora Carla Fuentes y el fotógrafo Jordi Bernadó. La Roca Village y la Fundación Dalí consideran el arte, la moda y la creatividad herramientas de transformación y elementos clave para cohesionar la comunidad y reforzar el sentimiento de pertenencia.

Una selección de ocho vestidos de alta costura

A principios de los años treinta, en París, couturiers, artistas, arquitectos e intelectuales se mueven en los mismos círculos. Comparten ideas, conceptos, técnicas y lenguajes en torno al cuerpo y la piel (aquel espacio habitable). Punto de partida de encuentros y afinidades que harán historia; un joven Christian Dior aventurándose a ser galerista, Elsa Schiaparelli experimentando con el Surrealismo y Gala avistando espacios de oportunidad para que la obra de Salvador Dalí abrace nuevas formas de expresión. Eminentemente práctica, Gala dejará de lado la sobriedad de Chanel por el exceso excéntrico de Schiaparelli para, así, hacer gala y publicidad de la colaboración de Dalí con la couturière italiana.

Durante su etapa americana, Gala inventa nuevas pieles mediáticas y muta de nuevo: del dandismo al new look de Dior. De la comodidad andrógina al encorsetamiento (público) de una silueta que representa el retorno a la feminidad clásica. Porque Dior, como Dalí, dibuja mujeres-flor. Y cuando regresan a Europa después de la Guerra, Gala se viste de flor con el vestido Musée du Louvre y el abrigo rojo Saint-Ouen, ambos de la colección de alta costura primavera-verano de 1949.

Gala se siente cómoda siendo el centro de las miradas. Tiene dieciséis años cuando asiste a su primer baile en la corte del zar, en Moscú, vestida de rojo. Símbolo de la liberación cromática en los años veinte, el rojo esconde la idea de una revolución íntima, privada. Es el preferido de Christian Dior y también uno de los colores fetiche de Gala, al cual recurre en distintas performances dalinianas. Piezas como el déshabillé de Schiaparelli (c. 1935) o el vestido drapado de Jean Dessès (c. 1956) se convertirán en elementos dotados de significado en las acciones del artista.

Gala Dalí se disfraza de musa, esposa, representante, performer, etc. Construye su identidad y se afirma como individuo creativo a través de la moda. El vestido, se entiende aquí como a un vehículo de expresión, el reflejo de lo que es o de lo que quiere ser, y a veces, también, la máscara o la coraza con la que la musa se protege de la mirada del otro.

Un compromiso compartido por el arte, la moda y la creatividad

Este proyecto conjunto de la Fundación Dalí con La Roca Village, que quiere arrojar luz nueva sobre Gala, se desarrolla simultáneamente en el Castillo de Púbol y en el Village como expresión del compromiso compartido por la cultura, el arte y la moda en Cataluña. Uniendo pasado y presente, el programa expositivo nos propone una actualización de Gala a través de la mirada de Carla Fuentes y de Jordi Bernadó. El viaje de descubierta empieza en el Castillo de Púbol -sede de su colección de moda donde se muestra también parte del proyecto de Jordi Bernadó-  y sigue en La Roca Village, donde la obra de Carla Fuentes invade las fachadas con una mirada fresca y desenfadada. A partir de diversas piezas de gran formato, Bernadó vincula la mirada del espectador con la del mito absente de Gala. Por su lado, también en La Roca Village, la personalidad indómita y enigmática   de Gala cobra vida de la mano de Carla Fuentes, quien reimagina la leyenda como una fuerza creativa moderna e influyente. Estos dos proyectos nos permiten ver hasta qué punto es Gala influyente en la moda, la cultura y la sociedad actuales.

Mediante la integración del arte en experiencias que vayan más allá de las paredes de un museo, se crean experiencias culturales que inspiren a las nuevas generaciones y les animen a explorar las posibilidades ilimitadas de la expresión artística.