Londres, 7 de octubre de 2017
El día 7 de octubre abrió sus puertas al público la exposición Dalí/Duchamp, inaugurada el martes 3 de octubre en la Royal Academy of Arts de Londres. Participaron en la ceremonia inaugural el presidente de la Royal Academy, Christopher Le Brun, el director del museo Dalí de San Petersburgo (Florida), Hank Hine y, en representación de la Fundación Dalí, Montse Aguer, directora de los Museos Dalí y Joan Manuel Sevillano, gerente de la Fundación.
Esta muestra es el resultado de un intenso trabajo de investigación que ha explorado los lazos entre los dos artistas, lo que tienen en común y lo que les distingue. La han organizado la Royal Academy y el museo Dalí de Florida, con la colaboración de la Fundación Dalí de Figueres. Los comisarios son Dawn Ades, William Jeffett y Sarah Lea. Podrá verse hasta el 3 de enero de 2018, momento en el que viajará hasta el Museo Dalí de los EE.UU.
La muestra está integrada por unas 150 piezas de más de 25 colecciones distintas. Se exponen piezas que raramente salen de su lugar habitual de exposición, como es el Cristo de San Juan de la Cruz de Salvador Dalí, de la Galería de Art y Museo de Kelvingrove, Glasgow, o El Gran Cristal de Duchamp, que pertenece al Museo de Arte de Filadelfia. La Fundación Dalí aporta 8 obras y 13 documentos entre los cuales se incluyen postales, fotografías y manuscritos, como un Je mange Gala muy poco conocido, publicado hasta la fecha sólo en catalán y castellano.La contribución de la Fundación Dalí, además de destacados préstamos de obra, ha sido una investigación sobre la intervención de Salvador Dalí en su museo de Figueres vinculada con la obra duchampiana. Una aportación que se encuentra en el catálogo de la exposición, con textos de Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, y Carme Ruiz, curadora jefa del Centro de Estudios Dalinianos de la Fundación Dalí, y de Pilar Parcerisas, crítico de arte, entre otros.
Una de las obras prestadas por la Fundación Dalí Dos trozos de pan expresando el sentimiento del amor (1940). Hace referencia al juego de ajedrez que tanto gustaba a Duchamp.
