Los Angeles, 9 de octubre de 2007
La muestra explora la relación de Salvador Dalí con el cine a través, no sólo de sus incursiones en el séptimo arte, sino también mediante pinturas, dibujos, fotografías y manuscritos. La muestra analiza como el compromiso de Dalí con el cine (como fan, guionista, realizador y director) fue fundamental para su implicación con todo aquello que representaba la modernidad, y afectó profundamente las distintas etapas de su carrera. Dalí está considerado como uno de los artistas más provocadores del siglo XX y sus pinturas, como unas de las obras de arte más destacables de los últimos cien años. Tal y como desvela esta exposición, sus colaboraciones con Luis Buñuel, Alfred Hitchcock y Walt Disney crearon algunas de las secuencias más memorables e influyentes en el cine tanto de vanguardia, como el de línea más convencional.
La exposición consta de un centenar de piezas (pinturas, dibujos, fotografías y manuscritos). Al mismo tiempo se proyectarán películas y proyectos como Un chien andalou (1929), L’Âge d’or (1930), Spellbound (1945), Destino (1946), Chaos and Creation (1960), filmada en vídeo, e Impresiones de la Alta Mongolia (1976).
Dalí formó parte de la primera generación de artistas por los cuales el cine era tanto una influencia formativa como un medio creativo. A lo largo de su trayectoria, y a través de distintos medios, a menudo se refería a elementos del cine: su carácter, la popularidad que generaba, la estructura narrativa, las técnicas como las apariciones y desapariciones, etc. Por ejemplo, una serie de dibujos de primera época sobre la vida nocturna en Madrid, en los años 1922-23, ilustra la admiración de Dalí por aquella estética tan gráfica de las películas expresionistas mudas de aquel tiempo.
Obras posteriores como El Gran Masturbador (1929) y Guillermo Tell (1930) revelan el interés que tenía a crear elementos que se descomponían en otras imágenes, hecho que coincide con sus primeras colaboraciones en el cine, como en las películas de las cuales fue coguionista con el director español Luis Buñuel en 1929–30: Un Chien andalou y L’Âge d’or. Algunas pinturas como Canibalismo de otoño (1936) y Metamorfosis de Narciso (1937) demuestran la habilidad de Dalí para introducir movimiento en una obra pictórica. Obras como Retrato del Coronel Jack Warner (1951) y Retrato de Laurence Olivier en el papel de Ricardo III (1955) muestran como la idea y las técnicas del cine pasan de ser una influencia en su obra a convertirse en temática, en un momento en que el artista intenta realizar sus propias películas.
De la misma forma que Dalí aportó a sus pinturas similitudes con el cine, también su perspectiva fantástica de otros mundos traspasó a la gran pantalla. Ambas películas Un Chien andalou y L’Âge d’or están marcadas por la viva imaginación del artista y su implicación con las teorías freudianas que inspiraron al surrealismo, especialmente el estudio de los sueños y del subconsciente. Estos filmes incluyen imágenes chocantes —como la de la navaja que secciona un ojo por la mitad o la mano infestada de hormigas— reflejos de los elementos anatómicos angustiantes de pinturas de aquella época como son Aparato y mano (1927) y Piel de gallina inaugural (1928).
Hollywood llamó a Dalí, quien fue más allá del reino de las películas de vanguardia. Durante su exilio en los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó en grandes producciones. Su visión del mundo como en un sueño era ideal para la industria del cine de los años 40 y para la pantalla del cine, donde era posible plasmar totalmente la imaginación de Dalí para una audiencia de masas. Dalí aprovechó la oportunidad de trabajar para Moontide, de Twentieth Century Fox (a pesar de que finalmente su secuencia no fue incluida en la película), para Spellbound (traducida como Recuerda) de Alfred Hitchcock, y para Destino de la factoría Walt Disney, una película de dibujos animados que se completó en 2003. La famosa secuencia del thriller de Hitchcock traslada el inquietante universo de pinturas contemporáneas como Idilio atómico uránico melancólico a gran escala. Sin embargo, Dalí no tuvo demasiado éxito con estos proyectos. Se marginó su papel a pequeñas intervenciones relacionadas con fantasías y pesadillas. No obstante, ejerció una gran influencia en Hollywood y su impacto resuena en la secuencia de la pesadilla de la película de 1950 El padre de la novia y la estética alucinógena de Viaje fantástico del año 1966.
Créditos
Dalí, Paintings & Films ha sido organizada en colaboración de la Tate Modern (Londres), la Fundación Gala–Salvador Dalí, y el museo de Los Angeles (LACMA). Cuenta también con el apoyo de Turespaña. Para el catálogo se ha reunido al grupo de expertos formado por Dawn Ades (comisaria de la antológica del centenario), Montse Aguer (directora del Centro de Estudios Dalinianos, de la Fundación Gala-Salvador Dalí y patrona de esta institución), Fèlix Fanés (comisario de la exposición Dalí: Cultura de Masas) y Matthew Gale (conservador de la Tate).
En el LACMA, son responsables de esta exposición Ilene Susan Fort, Gail y John Liebes, conservadores del departamento de Arte Americano, y Sara Cochran, conservadora adjunta del departamento de Arte Moderno.
Sobre el LACMA
Creado en 1965 como una institución independiente, el LACMA posee una colección permanente de aproximadamente 100.000 obras de arte que comprende desde la antigüedad hasta el presente. Se ha convertido en el primer museo de artes visuales del oeste de los Estados Unidos.