Noticias. Reapertura del Teatro-Museo Dalí con la exposición "Dalí: el surrealismo soy yo"

Figueres, 11 de julio de 2020

El Teatro-Museo Dalí ha reabierto hoy sus puertas después de 4 meses de cierre a causa de la pandemia. Lo ha hecho con una nueva exposición temporal, Dalí: "el surrealismo soy yo" Paisajes fuera del tiempo, que reúne doce obras de la época surrealista juntas por primera vez.

El presidente de la Fundació Gala-Salvador Dalí ha inaugurado oficialmente la reapertura del Teatro-Museo figuerense acompañado del presidente de la Diputación de Girona, Miquel Noguer, de la alcaldesa de Figueres, Agnès Lladó y del consejero de Cultura, Alfons Martínez. Así mismo, han asistido los miembros del equipo directivo, Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, Lluís Peñuelas, secretario general, Joan Manuel Sevillano, gerente, y Andreu Claret, asesor del presidente.

La exposición temporal está formada por once telas, cartones y tablas de minuciosa ejecución que conforman una buena muestra de lo que fue la contribución de Salvador Dalí al movimiento surrealista. Son once óleos del año 1926 al 1937, además de Poesía de América (1943) que muestra cómo los rasgos surrealistas siguen presentes en la obra posterior del artista. Por su relevancia han sido solicitadas en exposiciones internacionales como Rusia, Japón o Australia y es por este motivo que nunca han coincidido en un mismo espacio. La comisaria de la muestra es Montse Aguer y la comisaria adjunta, Carme Ruiz.

Rebeldía, libertad y método paranoico-crítico

"El surrealismo soy yo!". Esta sentencia de Salvador Dalí se ha revelado profética. Dalí se ha convertido en el más célebre y admirado de los surrealistas y su iconografía está integrada en el imaginario popular. Dalí personifica la transgresión, la libertad, la rebeldía, el poder de desdibujar la frontera entre arte y realidad cotidiana. En el ámbito artístico, Dalí es conocido también por ser el creador del método paranoico-crítico.

Un método irracional de conocimiento de la realidad, con las dobles imágenes o imágenes invisibles, que nos remiten a los fenómenos de percepción o de interpretación de la realidad, mucho más compleja de lo que puede parecer a simple vista. Además, el paisaje, un referente constante y eterno en su obra, que ha llegado a ser universal, es también el que lo caracteriza y le permite traducir su imaginario surrealista en términos visuales, a la vez que enfatiza la función simbólica de las imágenes para hallar una realidad más profunda. El surrealismo es un elemento consubstancial a la idiosincrasia de Salvador Dalí.

El pintor escribe: "El hombre tiene derecho al enigma y a los simulacros que se fundamentan sobre estas grandes constantes vitales: el instinto sexual, la consciencia de la muerte, la melancolía física provocada por el «espacio-tiempo»". Un enigma y unos simulacros que emplaza, de manera poética u objetiva, en sus paisajes surrealistas.

El paisaje como nexo

A través del paisaje que Dalí refleja en su obra, podemos configurar el surrealismo del pintor, que, siguiendo a André Breton, define como: "Surrealismo: automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar tanto verbalmente como por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento, dictado del pensamiento en ausencia de todo tipo de control estético o moral." Con esta expresión, Dalí se hace suya la definición que André Breton publica en el Primer manifiesto del surrealismo de 1924.

Hombre con la cabeza llena de nubes es la obra metafórica que da paso a estos Paisajes fuera del tiempo. Un hombre integrado en el paisaje, en el cielo, en este caso, una simbiosis hombre-paisaje, que nos ofrece una apertura hacia el exterior, metamorfoseando el subconsciente en una realidad tangible y precisa, impregnada de un cromatismo especial que remite al sueño o a la alucinación. El mismo Dalí es un hombre que se identifica con el paisaje, que se simbiotiza con él y lo reivindica sistemáticamente. Incluso declara: "Estoy convencido de que yo soy el Cap de Creus y que encarno el núcleo vivo de ese paisaje. Mi obsesión existencial es asimilarme al Cap de Creus, constantemente".

El suyo es un paisaje árido y mineral, con horizontes marcados, cielos límpidos y nubes que quieren parecerse a los de Andrea Mantegna. Un paisaje con referencias a la historia de la pintura, a pintores como Jan Vermeer o Velázquez, y otros contemporáneos como Giorgio de Chirico, o también, en otro plano, Yves Tanguy o René Magritte.

A través de las doce pinturas de esta exposición, que van del año 1926 al 1943, queremos incidir en los "elementos enigmáticos" y en los paisajes que hacen tan singulares sus obras y que tienen la capacidad de despertar la curiosidad de los espectadores y de provocarlos al mismo tiempo. Podemos hablar de perspectivas y sombras alargadas, de los conceptos visible-invisible, blando-duro, de cipreses, de objetos surrealistas fetichistas, de espectros y fantasmas, de Freud y el psicoanálisis, de la percepción y de saber mirar. De lecturas abiertas y con múltiples significados, que requieren siempre, para acabar de configurarse, de la participación y la mirada del espectador.

Poesía de América

Un surrealismo al que nunca abandona del todo, incluso cuando, al inicio de la década de los 40, el pintor declara que quiere convertirse en un clásico, y es "capaz de continuar la conquista del irracional por el sencillo método de convertirse en clásico y perseguir aquella búsqueda de la Divina Proporción interrumpida desde el Renacimiento." Poesía de América, un óleo que pinta en su exilio a los Estados Unidos, es una buena muestra de esta influencia. Aquí, el surrealismo de Dalí se tiñe de clasicismo y la geología del Cap de Creus se confunde con la de los grandes desiertos americanos. Y una torre simbólica, recuerdo de infancia, marca la perspectiva de la composición.

La declaración de André Breton: "Es tal vez con Dalí con quien, por primera vez se abren de par en par las ventanas mentales...", nos ayuda a sumergirnos en el surrealismo de Dalí, un movimiento en el que ingresa oficialmente en 1929 y al cual dota de noves visiones y dinamismo.

Montaje

La exposición tiene lugar en la Sala de las Loggias del Teatro-Museo Dalí de Figueres. El montaje de la exposición ha ido a cargo del departamento de Conservación y Restauración con la colaboración de Pep Canaleta de 3carme33. El grafismo es de Alex Gifreu.

Dossier informativo

El dossier informativo incluye textos de Montse Aguer y de Carme Ruiz. Se puede descargar en 4 idiomas: catalán, castellano, francés e inglés.